Tema 5

Modelos de percepción, comprensión y participación públicas en las controversias científicas, tecnológicas y ambientales


13/11/24

Modelos de participación social

    En el tema 1 vimos como en Comprender y comunicar la ciencia, José Antonio López Cerezo habla de tres modelos generales de comunicación social de la ciencia. En este caso veremos la propuesta de Alan Irwin, que ofrece otros tres modelos de comunicación, pero enfocados en entender cómo se comunica el conocimiento científico y cómo se perciben los riesgos asociados a las tecnologías, o lo que es lo mismo, tres modelos centrados en la comunicación del riesgo:
  1. El modelo de primer orden o modelo de déficit es el modelo unidireccional o clásico basado en un enfoque positivista que intenta preservar la autonomía de la ciencia. Desde este modelo, el foco se pone en la ignorancia de la gente y la falta de comprensión de los avances científicos, por lo que se busca una mejora en la comunicación, pero que respete la gobernanza científica y priorice las opiniones de los expertos.
  2. El modelo de segundo orden o modelo participativo es un modelo que enfatiza en la importancia de involucrar al público en el proceso de toma de decisiones sobre la ciencia y la tecnología. En tanto que bidireccional, está centrado en el diálogo y la transparencia, así como en la construcción activa de consenso y la restauración de la confianza en la ciencia
  3. Por su parte, el modelo de tercer orden es un modelo que reconoce que los riesgos asociados a la ciencia y la tecnología no pueden ser comprendidos únicamente desde un punto de vista técnico o científico. Es un modelo centrado en la dirección y la calidad, así como la necesidad de un modelo sociotécnico, esto es, que asuma la relación entre tecnología y sociedad así como la presencia que tiene la tecnología en nuestra vida. Las propias tecnologías llevan unas tendencias asociadas, una lógica interna, pero estas tendencias no son determinantes, sino que la propia sociedad es la que regula estas tendencias según necesidad. Este modelo viene a señalar esta construcción social de los riesgos, es decir, que la forma en que se perciben los riesgos también está influenciada por factores culturales, políticos y sociales, lo que implica que la comunicación sobre el riesgo debe ser matizada y contextualizada, y su comprensión debe trascender el ámbito científico.
Cuando hablamos de modelo sociotécnico es porque un análisis integral de la sociedad requiere entender la relación que esta tiene con la tecnología, no pensar en la ciencia por un lado separada de la sociedad que le da vida; la ciencia y la tecnología son sociales, están en la sociedad. Los tres modelos de Irwin, los cuales explora en Handbook of communication of science and technology, son solo algunos de los modos que tiene la ciencia de comunicarse con la población de a pie o legos, tanto de manera recíproca como autoritaria en situaciones de riesgo o emergencias. Sin embargo, no se trata de un sistema progresivo, sino simplemente ejemplos de los distintos modos de comunicación y participación social que pueden darse. La diferencia principal entre los distintos modelos irradia en sus criterios fundamentales:
  1. Enfoque principal 
  2. Cuestión clave
  3. Estilo de comunicación
  4. Modelo de gobernanza científica
  5. Reto sociotécnico
  6. Perspectiva general

Evaluación de la calidad democrática de una controversia 

En relación al capítulo anterior, en el que veíamos el desglose de actores implicados en nuestra controversia y cómo se relacionaban entre ellos; y una vez visto la importancia de la comunicación en la ciencia y la percepción, podemos pasar a hablar de la evaluación de una controversia. En nuestro caso, esta evaluación va a constar de tres preguntas principales que giran en torno a la representación de la controversia, la precisión u objetividad con la que se nos muestra y la existencia de un lugar legitimo en el que resolver la problemática. Más en concreto:
  • ¿Son los representantes legítimos y autorizados? Hablamos de un portavoz, que no tiene porque hacer referencia a expertos en la materia, sino muchas veces a los comunicadores o representantes políticos, que son los portavoces escogidos democráticamente y autorizados por este mismo procedimiento.
  • ¿Hay suficiente precisión en la representación de las cosas y los asuntos? Hablamos de una representación en sentido epistemológico que recoja, tanto lo que se sabe del tema como si los hechos en los que nos basamos están o no bien establecidos por el sistema en el que se enmarcar. En nuestra controversia tiene que haber unos hechos establecidos o un punto de partida fáctico.
  • ¿Hay espacios o foros legítimos para reunirse? O lo que es lo mismo, ¿existe algún espacio para el debate abierto y crítico? ¿es un espacio legítimo o con cierta seriedad o autoridad epistémica sobre un tema? Nos interesa situar la controversia dentro de su contexto 
Nos interesa realizar un análisis de corte pragmático que siga la línea presentada por Latour y su teoría del Actor-Red. No obstante, su perspectiva no va a ser las única que influya en el tipo de análisis a desarrollar. Nos encontramos en un momento histórico que se va a caracterizar por un apertura hacia una nueva concepción del mundo y del ser humano que se enfrenta a la concepción humanista clásica, en la que se basa la ciencia anterior. Así pues, cabría destacar la influencia de Isabelle Stengers, que colaborará con Latour en varias ocasiones, así como la influencia de Braidotti en la concepción posthumanista. 
  1. Por una parte tenemos el concepto de cosmopolítica desarrollado por Isabelle Stengers (y también por Latour), y que también se enmarca en esta propuesta de repensar la relación entre ciencia, política y ontología desde una perspectiva relacional. Este enfoque emerge de lo que se ha denominado el giro ontológico en la epistemología, que rechaza las certezas absolutas y subraya que nuestros conocimientos son intrínsecamente inciertos porque el mundo mismo lo es. Algo que también estará relacionado con la aparición de la ciencia postnormal. El concepto de cosmopolítica de Stengers plantea que, en lugar de buscar un control absoluto sobre la naturaleza, debemos aprender a trabajar con ella, reconociendo la interdependencia de todos los agentes, humanos y no humanos, en la creación del mundo.
  2. Por su parte, Rosi Braidotti va a ser una referente del discurso posthumanista o postnaturaleza, y que también tiene que ver con la disolución de la frontera entre tecnología y naturaleza. El propio concepto de posthumanista busca cuestionar las premisas del humanismo clásico, especialmente su visión antropocéntrica que sitúa al ser humano como el centro y medida de todas las cosas, y en cambio propone una perspectiva que reconoce la interconexión e interdependencia entre humanos, tecnología, animales y el medio ambiente.
18/11/24

Los problemas científicos en la ciencia postnormal

    Como ya señalábamos en el capítulo anterior, la ciencia postnormal hace referencia a la aparición de problemas que alcanzan una magnitud que la ciencia misma no puede abarcar. Es en este momento en el que la comunicación científica se vuelve un caso de vital importancia, ya que el ámbito político va a ser indispensable en la toma de decisiones en un contexto de incertidumbre epistémica propio de esta ciencia postnormal.

Podemos encontrar ejemplos de este tipo de problemáticas a diario; desde la pandemia, hasta la tragedia de la DANA implican y necesitan de un canal de comunicación que vaya de la ciencia a los organismos oficiales, y de ahí a la población general. En este caso el ejemplo que nos ocupa son los seísmos del Teide: 500 microsismos en Las Cañadas del Teide en tres horas: el sistema volcánico de Tenerife sigue activo.

En este caso los actores son tanto el Teide como el Instituto Geográfico Natural. Para evaluar la calidad democrática de la información nos hemos de remitir a las preguntas anteriormente señaladas: ¿Son los representantes legítimos y autorizados? ¿Hay suficiente precisión en la representación de los asuntos a tratar? ¿Hay espacios legítimos para el debate?
Al final, lo que nos muestra la noticia son los indicios y pruebas recogidas que demuestran que el sistema volcánico del Teide sigue activo y que hay una posibilidad de cerca del 40% de que se de una erupción en los próximos cincuenta años. El seísmo se produce pero ¿Cuándo es peligroso? Con este ejemplo podemos ver que en este punto empezamos a tener hechos en disputa. Los datos que poseemos no son suficientes para alcanzar los índices de certeza de la ciencia normal, y que hasta ahora, eran los exigibles para considerar a algo con la calidad epistémica exigida por la ciencia. 

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